Conocí al amor de mi vida
- Mariela Ceciliano
- 16 feb 2017
- 2 Min. de lectura
... Cuando entras a la farmacia por primera vez no sabes ni como pedir una "prueba de embarazo" te entran los nervios, hasta que lo logras y la consigues. Vas a tú casa y te encierras en el baño, das mil vueltas, te sientas en el piso hasta que agarras valor y la haces, los tres minutos siguientes se hacen eternos y te entra la curiosidad por saber qué saldrá.

Luego ves la prueba y al ver esas "dos rayitas" tu mundo cambia para toda la vida, entre náuseas matutinas y los mareos a los "olores fuertes", llega la cita donde escuchas por primera vez el latir de un pequeño corazón que está dentro de ti y lloras de emoción al escucharlo. Luego esa pancita irá creciendo y con eso los antojos, las náuseas disminuyen y la "pancita" empieza a notarse, tomas tiempo del día para hablarle y acariciar la barriguita, le comentas muchas cosas incluso le cantas, le cuentas de la ropita que ves y de las cosas que le comprarás.

Llega el día que por primera vez te da la primera "patadita" y es ahí donde vuelves a llorar al sentir ese movimiento que ocasiona el pequeño ser dentro de ti. Como va pasando el tiempo, ya las náuseas desaparecen, la barriguita ya no es tan "barriguita" y se logra ver aún más, vas a tu primer ultrasonido para ver si es una niña o un niño y cuando descubres lo que es vuelves a llorar de emoción.
Anhelas todos los días que llegue esa "cita a ciegas" donde conocerás el amor a primera vista.

Pasan los días y con eso las pataditas se vuelven más frecuentes y te emocionas cada que lo vuelves a sentir.
Ya sabes que Dios te premió con un bebé, que le pondrás algún "sobrenombre" de cariñito porque aún no sabes cómo le pondrás a tú maravilloso hijo. Empiezas a alistar el bolso junto con la salida del hospital que tendrá tú pequeño retoño, el tiempo pasa y con eso un día de la nada sientes cómo el agua corre por tus piernas dando la indicación de que el gran día esta por llegar, lloras y buscas tu bolso, te desesperas y tu acompañante pone en marcha rumbo al hospital, donde por fin conocerás a ese pequeño ser que por 9 meses estuvo en el pequeño apartamento dentro de ti y que ya está por salir y conocer el mundo fuera de la barriguita de mamá.

Entre monitores, contracciones, sábanas y sudor, después de una gran labor en ayuda de los doctores, escuchas ese "llanto" donde tú lloras y lloras de emoción hasta que te lo ponen en tú pecho y ves en esa cita a ciegas cómo el amor a primera vista sí existe. Llegó el tan esperado momento; maravilloso, especial y único que nosotras las mujeres podemos tener, la bendición que Dios nos da, el darle vida a un pequeño ser y con eso convertirse en mamá.
Desde ese entonces, ese bebé será tú mundo, tú vida para toda la eternidad.

Fotografías Vía Pinterest
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