Mamá, ¡saqué 10!
- Raquel V. Mdza
- 2 feb 2017
- 1 Min. de lectura
“Si sacas 10 te doy un premio”, ¿Cuánto sacaste?, “Tienes que salir mejor para la próxima”, “Donde saques menos de 8 vas a ver”, “Felicidades mi amor, tienes buenas calificaciones”.
Si le has dicho alguna de estas frases a tu hijo te invito a seguir leyendo.
¿Qué prefieres? Un hijo brillante por sus resultados en la escuela o un hijo brillante porque hace lo que sabe hacer, le gusta lo que hace y expresa lo que sabe con gusto y con amor.

Foto: Vía Pinterest
Por un lado, las calificaciones cuentan en la historia académica de los niños. Guiar a nuestros hijos para que obtengan buenas notas es ayudarles a que en un futuro gocen de muchos beneficios, por ejemplo una beca. Por otro lado, las calificaciones son sólo números, números que pueden ser los mejores amigos de nuestros niños o pequeños monstruos que invadan sus sueños.
Lo que pasa en los niños cuando les exigimos una calificación en especial es lo que los presionamos, lo cual provoca que tengan alteraciones en su estado de ánimo por ejemplo tristeza si saca menos de lo que se le pide, angustia, miedo, enojo con ellos mismos y en casos más graves problemas alimenticios por la ansiedad de saber que sus papás los regañarán. Todo esto por consecuencia, afecta su rendimiento escolar y su relación con amigos y familiares.
Reconozcamos los esfuerzos de nuestros niños y si vemos que algo les cuesta trabajo, ayudémoslos.
Raquel es la fundadora de Desarrollo y Educación Infantil y es estudiante de Pedagogía. Es hermana de dos hermosas pequeñas y amante de la educación, la lectura y el deporte. Fiel creyente de educar a través del juego.
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