Los niños aprenden jugando
- Psicología para niños
- 25 ene 2017
- 2 Min. de lectura
A través del juego, los niños expresan muchas de sus necesidades, resuelven conflictos, experimentan sensaciones, demuestran sentimientos, expresan emociones y aprenden. Jugar es su mejor herramienta de comunicación y aprendizaje porque son libres, aprenden por imitación y desarrollan habilidades. Por ejemplo, el lenguaje, la motricidad fina y gruesa y otras habilidades sociales.

Piensa en cómo son los juguetes para bebés: generalmente son muy coloridos, a veces emiten sonidos y, obviamente, todos buscan ser divertidos, para que el niño pueda entretenerse horas con él. Y es que, entre más entretenido resulte el juguete, más será el tiempo que el peque juegue con él, propiciando que se dé un mayor aprendizaje.
Cuando el aprendizaje se da de manera lúdica se promueve el crecimiento y desarrollo del área cognitiva, es decir, la capacidad del niño para tomar conciencia respecto a su entorno. Entre más desarrolle un niño esta capacidad, mejor podrá comprender y resolver diferentes tipos de problemas.
Por lo anterior, los psicólogos especialistas en aprendizaje utilizan la llamada terapia de juego para que el niño reconozca, experimente, exprese y aprenda, liberando sentimientos y frustraciones, y reduciendo la ansiedad y el estrés.
Algunas ventajas de aprender jugando
El juego permite la expresión corporal y de movimiento
El primer medio de comunicación que tenemos desde bebés es el contacto físico con mamá y papá, a través de las caricias y los abrazos. Conforme crece, el gateo le permite al niño explorar su entorno. De ahí que el cuerpo se considere nuestro primer agente de aprendizaje y de expresión. De hecho, cuando los niños están en movimiento, ya sea saltando, corriendo o bailando, suelen entran en un estado de relajación que favorece su aprendizaje.
El juego y sus cinco sentidos
Todas las personas establecemos contacto con el mundo exterior a través de nuestros sentidos: ver, oír, tocar, oler y probar. Todo ello influye en cómo percibimos el mundo. La capacidad que tienen nuestros hijos para identificar qué es lo que sucede en el exterior depende de su capacidad para percibir y dar un significado a lo percibido, y este significado evoluciona conforme crecen.
El juego libera emociones
En todos los juegos hay muchas emociones de por medio: alegría por hacer una buena jugada; temor por que al rival le funcione su estrategia; coraje, tristeza o frustración por perder la partida son solo algunos ejemplos de cómo, a través de esta actividad, nos expresarnos de manera libre y natural, lo cual resulta ampliamente positivo. Por otro lado, es bien sabido que la mejor manera de que el aprendizaje sea duradero, es hacerlo significativo.
El juego desarrolla la imaginación
Los niños tienen una capacidad increíble para imaginar que una cobija puede ser una alfombra voladora, o que sus literas son una nave espacial. Esa imaginación es muy útil al momento de aprender, ya que permite al niño contar con una mayor cantidad de posibles respuestas ante cualquier situación.
Por Psicología para Niños para Desarrollo y Educación Infantil
Sobre la autora Merab Govea Psicóloga egresada de la UNAM. Desde hace ocho años trabaja con niños que tienen TDAH, hiperactividad y Síndrome de Asperger. Actualmente forma parte de un proyecto que permitirá detectar qué técnicas de enseñanza mejoran el desempeño escolar de niños y jóvenes. Actualmente, forma parte del equipo editorial de Psicología para Niños.
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