Todo lo que un niño aprende cuando dice "perdón"
- Psicología para niños
- 16 ene 2017
- 2 Min. de lectura
La vida es un libro infinito de aprendizajes; tenemos éxitos pero también cometemos errores y es gracias a esas experiencias que sabemos lo difícil que suele ser pedir perdón cuando hacemos daño a alguien, sea intencional o no. Sin embargo, la persona que sabe perdonar vive más feliz, sin rencores y sin tantas presiones internas; perdonar se convierte así en una herramienta terapéutica para el alma, y tan necesaria es para los niños como para los adultos.

Ayuda a los niños a:
Ser responsables de sus actos
Ser respetuosos con los demás
Reconocer y cambiar comportamientos negativos
Desarrollar habilidades cognitivas
Tres consejos para enseñar a los niños a reconocer sus errores y disculparse por ellos:
A través de tu ejemplo
No solo en las cosas que le atañen a él, sino como principio de vida en tu familia. Reconocer los errores y disculparte por ellos si es que afectan a los demás debe ser un principio de vida y no solo una estrategia educativa. “Perdona hijo, he llegado tarde a recogerte; lo siento. Intentaré no volver a hacerlo”.
Haz que reflexione en vez de obligarlo
Tu hijo debe darse cuenta de lo sucedido. No des por sentado que un niño tan pequeño entiende que su amigo llora porque le ha quitado su camión. En lugar de obligarlo a pedir perdón, repasa la situación con él y hazle preguntas como éstas: “¿Cómo se sentía Carlos antes de que le quitaras su camión? ¿Y ahora que se lo has quitado? De esta manera permites que tu hijo se percate de su error, encuentre su propia solución y una respuesta compensatoria.
Enséñale a describir la situación
Decir “perdón” no es lo mismo que “pedir perdón”, reconociendo el error y con la intención de no repetirlo. Para que un niño se percate de su responsabilidad en el acto, comprenda que se ha equivocado o que las consecuencias de sus actos han afectado a los demás debemos enseñarle a describir. Un niño pequeño solo lo aprenderá si te ve describir a ti en todos los contextos: “Te quiero pedir una disculpa por haberte gritado. Creo que no es necesario gritarte para decirte las cosas. Me he equivocado. En esta casa no se grita, se habla con cariño, lo siento”.
Nunca obligues a tu hijo a disculparse
En vez de ello, dale información de lo sucedido y una oportunidad para hacer algo por el otro. Es la única manera, junto a tu ejemplo, de que entienda hasta dónde llegan las consecuencias de sus actos, y busque estrategias reparadoras. Si lo obligas , solo consentirás que pida perdón por coacción u obediencia ciega, y que crea que así se resuelve la situación sin sentir ninguna necesidad de cambiar su comportamiento.El objetivo de pedir perdón no es solo disculparse sino que haya un cambio en su consciencia, que entienda cuál fue su error y el alcance del mismo para así buscar estrategias que ayuden a que no lo vuelva a hacer.
Fuente:
www.solohijos.com
Por Psicología Para Niños para Desarrollo y Educación Infantil
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