Asperger: todo lo que necesitas saber
- Mujer y Punto
- 31 dic 2016
- 2 Min. de lectura
El síndrome de Asperger es un tipo de autismo que afecta la manera en la que una persona interpreta el idioma, se comunica y socializa. A los niños que presentan señales del síndrome de Asperger se les diagnostica autismo y se los considera como parte del “espectro autista”.

Foto: Vía Pinterest
¿Qué es el espectro autista?
El término “espectro autista” hace referencia a una amplia variedad de trastornos del desarrollo. Estos trastornos pueden aparecer en diferentes combinaciones y con distintos niveles de gravedad: si bien dos niños con el mismo diagnóstico compartirán ciertos patrones de conducta, pueden tener una gran variedad de habilidades y aptitudes. Como consecuencia, se suelen utilizar expresiones de tipo general, como “bajo funcionamiento”, “alto funcionamiento”, “tendencias autistas” o “trastorno generalizado del desarrollo”, para describir a los niños cuyos comportamientos se encuentran dentro del espectro autista.
Los niños son tres a cuatro veces más proclives que las niñas a tener síndrome de Asperger. La incidencia parece estar incrementándose, pero esto podría deberse a que ahora los casos más leves se detectan con mayor frecuencia.
Detalles del síndrome de Asperger
El trastorno debe su nombre a Hans Asperger, un pediatra vienés, que observó que si bien estos niños tenían una inteligencia y un desarrollo del lenguaje normales, presentaban serios problemas en las aptitudes sociales, no podían comunicarse bien con otras personas y tenían problemas de coordinación.
A muchos niños se los diagnostica después de los 3 años y la mayoría de ellos recibe el diagnóstico entre los 5 y los 9 años de edad. Se caracteriza por la dificultad para la interacción social, las obsesiones, los patrones del habla extraños, pocas expresiones faciales y otras peculiaridades, tienen dificultad para comprender el lenguaje corporal de otras personas. Es posible que les moleste una luz que ninguna otra persona nota, tal vez se cubran los oídos para evitar sonidos del ambiente; o quizás prefieran usar ropa hecha exclusivamente de un tejido determinado.
Otras características del síndrome de Asperger pueden incluir retrasos en la motricidad, torpeza, intereses limitados y preocupaciones peculiares. Los adultos con síndrome de Asperger tienen dificultad para demostrar empatía hacia los demás y continúan teniendo dificultades en las interacciones sociales. Los síntomas pueden aumentar o disminuir con el transcurso del tiempo y los servicios de intervención precoz pueden ser de gran ayuda.
No existen retrasos evidentes en el desarrollo cognitivo, pero suelen tener una inteligencia media o superior a la media. Si detectas que tu pequeño tiene alguna de estas características, lo más recomendable es que lo lleves a una valoración con el pediatra y un psicólogo infantil.
Sacado de http://kidshealth.org/
Por Mujer Y Punto para Desarrollo y Educación Infantil
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